@Azabethd
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En general el ser humano tiende a buscar respuestas de “origen” ante diferentes temas, objetos y cosas. Conectar las pruebas, generar investigaciones al respecto, resolver los rompecabezas de las curiosidades o misterios de la vida es un atractivo de gran interés. Por eso hay que decirlo, cuando no tenemos una respuesta o pruebas concretas para aclarar la raíz de algo, surge una frustración curiosa que, ante la ausencia de explicaciones, da pasos a muchos mitos o teorías para tratar de darle una explicación al tema.
El tarot no está ajeno de ello. El origen del tarot ha sido objeto de diferentes ideas, investigaciones y búsquedas frustradas. Por supuesto hay un contexto histórico aproximado de cuándo surgiría como “formato” (ya que muchos de los conceptos que se desarrollan en las cartas ya estaban en relatos o textos antiguos, se expresaban en el mundo del arte, la alquimia, etc).
Los historiadores relacionan el tarot como un pariente que tiene su raíz en los juegos de naipes, lo más probable es que estos llegasen a Europa desde Oriente, introducidos por los árabes. Las menciones más antiguas sobre los naipes en Europa se encuentran en un manuscrito italiano el “Trattato del governo della familia” escrito por Pipozzo di Sandro que dice “si juega por dinero de esta manera o con cartas, debes facilitarle las cosas” que data del 1299, sin embargo, la mención de las cartas en este escrito no implica que existan desde este año y el escrito mismo no se ha corroborado si fue realizado en esa misma fecha (podría ser antes o después).
El material con el que se fabricaban las cartas era muy frágil, por eso hacer una línea del tiempo tan exacta de dónde surgieron y cómo evolucionan es complejo. Si bien existen referencias de cartas orientales y por ello se suele decir que estas podrían haberse introducido en Europa y aquí evolucionaron. No podemos desconocer que las imágenes en sí, la simbología o el arte que comienza a ilustrar con fuerza los naipes que se han encontrado en Europa y posteriormente los tarot tiene una fuerte iconografía y técnica medieval como protagonista.
A medida que las técnicas que permitían fabricar un set de cartas fueron evolucionando, algunos artesanos comenzaron a especializarse en el diseño de estas, surgiendo así personas que se dedicaban a hacer moldes para cartas. Nace de este modo el oficio de “los naiperos”. Surgieron set de cartas lujosos, grabados, de diferentes tamaños, se incluyeron figuras de la corte real (reyes, caballeros, reinas, etc.), elementos astrológicos (ya que en esa época los reyes tomaban muchas decisiones basadas en los astros), se incorporaron las virtudes cardinales, se introdujeron los palos (bastos, copas, espadas y oros), y así varios elementos que podríamos reconocer en los tarot.
La historia formal data la creación del formato-objeto-tarot aproximadamente en el 1440. La referencia es un escrito de Giusto Giusti del 16 de septiembre del año anteriormente mencionado, donde él relata la entrega de un set de cartas en Florencia. Estas cartas mencionadas tendrían características asociadas a la estructura base que conocemos hoy en el tarot.
Esta fecha asociada al origen del tarot podría variar, ya que cada ciertos años surge algún documento o tarot antiguo, que suele actualizar dicha información.
La palabra tarot
En la mayoría del texto he utilizado la palabra “tarot” para situarnos en el relato sobre el origen de este, si bien dataría del 1440 en ese entonces, hasta el 1500 se le conoció como “Trionfi”. No se sabe por qué, pero del 1500 en adelante se empieza recién a llamar “Tarocchi” (la cual era considerada una palabra tosca y vulgar). Han surgido muchos intentos de analizar la etimología de la palabra (que viene de rota, de torah, del griego, del latín, de Egipto, etc), estas ideas no son aceptadas por los/las historiadores/as del tema, ni siquiera se consideran hipótesis serias. Tampoco está escrito en piedra que la última explicación de la derivación de Tarocchi a Tarot será la última, pero aun así con falta de información y todo, es la respuesta incompleta que hasta ahora ha sido aceptada formalmente.
Formato-Objeto-Tarot
Podríamos tratar de asociar el origen del Tarot a sus conceptos. Pero si nos pusiéramos a clasificarlos, tendríamos que tipificarlos y desde ahí comenzar una investigación de origen de cada uno, lo cual no es imposible, pero sí, da paso a una búsqueda muy extensa de posibles “orígenes” y cómo los tarot mencionan mitos, metáforas, conceptos espirituales, símbolos, etc. Muchos de estos de por sí, ya están rodeados por el misterio y también tienen su propio rompecabezas por armar sobre su explicación y origen.
Como resolver lo anterior es engorroso y largo. Volvamos al “formato” al contenedor de tanta información llamado tarot. Una duda legítima para comenzar a resolver las raíces de este objeto, sería la siguiente: ¿Quién creó el formato tarot?, lo que da paso a otras preguntas prácticas cómo: ¿Por qué rectangulares? ¿Por qué 78 láminas? ¿Quién definió el tamaño de estas?. ¿Dónde está el ser o seres humanos a los cuales se les puede atribuir el invento del formato-objeto-tarot?
La respuesta es sencilla y corta: no se sabe.
No existe hoy una prueba avalada por los historiadores que nos lleve al nombre del ser o seres humanos que crearon el formato-objeto-tarot.
Si bien existen datos históricos que sitúan las raíces del tarot en varios países europeos, Italia sería el país donde se han encontrado los tarot más antiguos y conservados hasta ahora (los denominados “Visconti”).
Usuales son los debates sobre para qué sirve o cuál de los mazos que se han encontrado es el primero o el más antiguo, etc. Como estos datos varían y existen algunas lagunas de información, surgen mitos asociados a las raíces el tarot que intentan explicar su origen.
Mitos Etiológicos
La palabra griega Mythos significa relato o historia. Narración que presenta explicaciones fantásticas de hechos reales o fenómenos de la naturaleza con historias legendarias y simbólicas.
Existen diferentes tipos de mitos. La categoría que mejor explica los orígenes del tarot es la “etiológica”. Ya que los mitos “etiológicos”, son aquellos que pretenden dar una explicación a lo acontecido, al origen y el porqué de las cosas u objetos (en este caso el tarot).
El tarot viene de los gitanos, de los egipcios, de María Magdalena (en la versión donde sería pareja de Jesús), los extraterrestres quizás, lo creó la santa de los gitanos o un famoso ángel llamado Metatrón, surgió en la Atlántida, en Marruecos, son algunos de los mitos etiológicos más recurrentes. Muchos relatan estas historias aseverando ahí las raíces del tarot, sin embargo, esto relatos ante los/las historiadores/as del tarot no son verificables.
El tarot viene de Egipto
Uno de los mitos del nacimiento del tarot más frecuentes o más popular es el que este se origina en Egipto. Esto ocurre en el siglo XVIII debido a la visión idealizada del antiguo Egipto que surge en Europa, fenómeno llamado “egiptomanía”. Esta fascinación por el antiguo Egipto, implicaba que todo lo raro, inexplicable podría venir de ese país, entre ello el tarot.
El francés Antoine Court de Gébelin escribiría el “Monde primitif analysé et comparé avec le monde moderne” entre el 1773 al 1784, en el volumen número 8 de este escrito entre las páginas donde él escribe lo siguiente:
“Si oyésemos decir que, en nuestros días, aún existe una obra de los antiguos egipcios, uno de sus Libros que escapó de las llamas que devoraron sus maravillosas Bibliotecas, y que contiene su más pura doctrina sobre temas interesantes, todos sin duda alguna estarían ansioso por llegar a conocer un Libro tan precioso y tan notable. Si se añadiera que este Libro está ampliamente difundido en gran parte de Europa, que ha estado, durante varios siglos, en manos de muchos, la sorpresa ciertamente aumentaría”
Más adelante aclara…
“Sin embargo, esto es absolutamente cierto: este Libro egipcio, el único superviviente de sus maravillosas Bibliotecas, existe incluso hoy: es tan común que ningún erudito lo ha considerado digno de estudio; nadie antes que nosotros ha sospechado jamás de sus ilustres orígenes. Este Libro consta de LXXVII páginas o tablas, incluso LXXVIII, divididas en V clases, cada una de las cuales ofrece materias tan variadas como divertidas e instructivas: en una palabra, este Libro es el JUEGO del TAROT”
En resumen, este escritor señala que el libro que viene de Egipto es el tarot. Si bien, este texto se sigue citando o se usa como un referente del origen del tema, no existe ninguna prueba histórica que lo respalde, al menos hasta la fecha está totalmente descartado que el tarot tenga su origen en este país.
En 1778 el mito fue sumando adeptos, el francés Jean Baptiste Alliette conocido como «Etteilla» seguiría reforzando la teoría de que el tarot venía de Egipto en sus libros, creando su tarot inspirado en lo que él pensaba que representaba a este país, curiosamente en este mazo no figura ningún elemento visual asociado a la cultura egipcia.
Sin bien el tarot no viene de Egipto, no podemos negar que de aquí en adelante muchos se inspiraron, se pusieron muy creativos y desarrollaron contenido asociado al tarot no solo explicativo de su supuesto origen, sino sobre que otros secretos revelaría, su conexión con la numerología, la astrología, la alquimia, la kabbalah, etc.
Si bien muchos de los detalles del origen del tarot no están definidos o son imprecisos, dando paso a teorías infundadas, la reflexión es que si llegamos a saber la verdad total o parcial sobre su origen (quizás nunca la sabremos con certeza). Esto no frena el interés por el tarot, herramienta que evoluciona con los cambios sociales, se actualiza según la época, este se encuentra más vigente que nunca. Ya sea si lo buscas como objeto de colección, lo usas a modo de juego o para predecir y hacer terapias, sigue despertando la curiosidad de un/a investigador/a e historiador/a, esas preguntas que no se contestaron del todo sobre su origen no importan, al menos a mí cuando conecto con él, siempre me contesta, quizás debamos preguntarle a él como se originó a sí mismo.