Si algo nos ha enseñado Magick Spaces es que vivimos rodeados de magia, y que el planeta en que nos tocó vivir guarda en su esencia, secretos poderosos arraigados en cada uno de sus elementos. Y si bien sabemos que sus habitantes (nosotres) fuimos creados para vivir en armonía con estos misterios, aún no somos del todo capaces de comprender la clave de nuestra existencia y mucho menos la relación que nuestro ser tiene y debe con el universo.
Todo lo que conocemos del mundo hasta hoy, ha sido gracias a mujeres y hombres que han dedicado parte de sus años a descifrar la complejidad de este coexistir entre la humanidad y la creación. La mayoría de las veces con la finalidad de comprender nuestra propia misión y sobretodo conocer el qué somos y hacia dónde vamos.
En la cosmovisión de los pueblos originarios, la oralidad ha sido el engranaje principal para traspasar la sabiduría de generación a generación, sin embargo, como ya hemos conocido; esa oralidad, al menos en la cultura mapuche, posee una fuente inagotable de información que proviene del mundo onírico, y sus mensajes expresado a través del Pewma (sueños), el oráculo por excelencia de este pueblo originario.
Al igual que muchos pueblos precolombinos de Sudamérica, el/la mapuche se rige por los sueños. Antaño, las comunidades basaban gran parte de sus decisiones según los pewma de sus habitantes. Al principio quién tenía las claves para interpretarlos solía ser la machi, (autoridad ancestral mapuche, que cumple la función de chaman dentro de la comunidad, la machi es quien posee además los conocimientos para sanar, tratar con yerbas y conectar con los otros mundos) Incluso el nombramiento de esta, solía ser anunciado a su antecesora a través de un pewma.
Con el paso de los años, los ancianos con suficiente experiencia podían ser denominados, “pewmafe” (intérprete de sueños) siendo los encargados de codificar las imágenes, diálogos y mensajes incrustados en los sueños de las personas.
Las codificaciones de los sueños en tanto, obedecían al inconsciente colectivo de las comunidades, traspasándose de generación en generación y manteniéndose hasta hoy entre las familias como oráculos personales que advierten sobre los acontecimientos futuros para cada soñador/a.
Mi madre, por ejemplo, me enseñó que los sueños se deben contar antes del mediodía, pues si se trata de un weza pewma ( mal sueño) este deber ser contado en voz alta para que se vaya lo negativo, mientras que los küme pewma ( buenos sueños) deben permanecer en secreto para que se cumplan.
En Morales (2000:77), destaca de la investigación de Nakashima ( una de las pocas investigaciones profundas sobre los pewma mapuche) que; “los sueños actúan como un vehículo de contacto que está constantemente recordando a los mapunce que la muerte no es la etapa final de la vida sino una etapa de transformación, la cual integra y crea el mundo espiritual y moral mapunce”.
Y es que para un/a mapuche todo adquiere significado en un sueño. Allí se consideran todos los elementos, el fuego, la tierra, el aire y el agua entregará diversos mensajes según cómo se presenten. Lo mismo si aparecen animales o aves, piedras, montañas, noche o día.
Así es como en algunas decodificaciones generales, si se sueña con árboles grandes es anuncio de longevidad, si se divisan montañas, se anuncian esfuerzo y sacrificio. En algunos casos un pewma puede significar lo contrario al sueño, es decir si soñamos con alguien alegre, puede que su mensaje sea que esa persona estará triste y así. Sin embargo, como suele pasar en el mundo onírico, cada familia va decodificando los sueños y sus mensajes según el “pewmafe” de su clan.
En mi caso, por ejemplo, se me enseñó que el soñar con mar simboliza un hecho específico por el que transitaré, si este mar está con aguas claras y en calma, todo irá bien, pero si sus olas son fuertes y el mar esta revuelto, son problemas que se avecinas, también variará si estoy dentro o fuera del agua y así.
En caso de enfermedades, en mi familia suele aparecer el barro, agua turbia o pies descalzos, si alguien camina por alguno de estos elementos fijo que se avecina una enfermedad. Una vez, por ejemplo, mi mamá soñó a mi papá cortando el cerezo de la casa, tiempo después a mi viejo le detectaron el cáncer. Y así es como vamos descifrando cada recado.
Y es que cada familia va soñando a su ritmo, recibiendo cual oráculo los mensajes del espacio, pues para el /la mapuche; quién sueña, no es la persona, sino su püllü (espíritu) conectado con el poder de la naturaleza y el universo. Un espíritu en constante conexión con el todo, un canal creado para transitar y trasmitir los secretos creados más allá de nuestro entendimiento.
Ko ñi newen yeneenew
Zewma fvchan iñche aliwen
rayilelu mu
azkintulen fiñ ti afpun mapu
Tunten kvrvf mew miyawken?
kimlam
Nome lafken mew petu konchi
antv mew
werkvlenew zewma ñi Kallfv Kvyen
amuan ka ñi llowmeafiel
pu Fvchakecheyem
Kallfv, kallfvley tati mapu
chew yiñ amuan
Ko ñi newen ñochikechi yeneenew
Wenu Lewfv kiñe pichi troykeley
mvten tuwaykvlelu kom
afpun Mapu mew
Tvfachi Pewma mew mvlewean:
Remumvn pu remukelu! Ñvkvfkvlen
amutuan
lakenochi vlkantun mogen mew.
Los poderes del agua me llevan
Viejo estoy y desde un árbol
en flor miro el horizonte
¿Cuántos aires anduve?, no lo sé
Desde el otro lado del mar el sol
que se entra
me envía ya sus mensajeras
y a encontrarme iré
con mis abuelos
Azul es el lugar adonde vamos
Los poderes del agua me llevan
paso a paso
Wenulewfv, el Río del Cielo
es apenas un pequeño círculo
en el universo.
En este Sueño me quedo:
¡Remen remeros! En Silencio
me voy
en el canto invisible de la vida.
(De Sueños Azules y contrasueños, Eliucura Chihuailaf , 1995).
De la selección de poemas del actual Premio Nacional de Literatura Chile 2020, Eliucura Chihuailaf, realizado por la escritora mapuche huillihce, Roxana Miranda Rupailaf y su reflexión; “Los poderes del agua me llevan es un texto que da cuenta del viaje hacia lo azul, la trascendencia. Nos habla del río del cielo, del Wenuleufu, de cómo las almas de nuestros muertos viajan por las aguas. Creo que este, es uno de los principales temas de la literatura y, la literatura mapuche nos muestra otra cosmovisión, un itro fill mogen (toda la vida sin excepción)”