Hay muchas plantas mágicas y sagradas que nos otorgan un sin fin de beneficios. El 80% de los fármacos deriva de plantas medicinales utilizadas por culturas antiquísimas. Ahora, después de siglos de aplicación, la medicina occidental comienza a aprender de la larga y rica tradición de la medicina de nuestros pueblos originarios, primeros conocedores de la naturaleza y sus beneficios.
En nuestra primera publicación, queremos hacer honor a una planta con una increíble cantidad de propiedades, de la cual todo el mundo debería saber: el Palo Negro. “Hace 25 años, el Dr. Rolando Martinez, (del Instituto de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello y colaborador de equipos de las Universidades Austral y Católica de Valparaíso), estaba enfermo de cáncer al pulmón y supo de una “plantita milagrosa” utilizada por los mapuches. También se enteró que en el Hospital Regional de Valdivia, habían personas con cáncer gástrico que mostraron ciertas mejorías al consumirla. A pesar de padecer él un cáncer distinto, la probó y sanó gracias a ella. Fue así como comenzó a investigar la planta”, señala Claudia Quezada, Dra. en Biociencias Moleculares del Instituto de Bioquímica de la Universidad Austral de Chile.
Esta planta es conocida como Palito Negro y en mapudungún es llamada Cüdu- Mamëll, pero su nombre científico es Leptocarpha Rivularis; proviene de la familia Asteraceae. Su nombre popular se ha mantenido por mucho tiempo en reserva para evitar su depredación, puesto que está en peligro de extinción. Crece desde la región de la Araucanía hasta Los Lagos, destacando su propagación en la región de Los Ríos. Es endémica del sur de Chile, es decir, solo crece en esa zona y en ninguna otra parte del mundo.
Los mapuches de esa zona de Chile no padecían de enfermedades como el cáncer gástrico, dado que ellos ocupaban sus tallos y hojas como parte de su medicina ancestral en infusiones para malestares estomacales, indigestión, intoxicación y tratamientos para el hígado. Hoy, esta planta abre certeras expectativas para miles de pacientes enfermos de cáncer, leucemia y diabetes, entre otras muchas enfermedades, gracias a poseer un compuesto denominado Leptocarpina.
Después de aislar el compuesto y conocer las propiedades de la planta, el Dr. Martínez decide direccionar su investigación hacia qué tipos de cáncer beneficiaría la Leptocarpina, dado que demostró ayudar al cáncer gástrico, úlceras y cáncer al pulmón, pero después -según señala-, pensó que “si ese compuesto ayudaba a dos tipos de cáncer tan distintos, había que probar con las otras variedades del mal , entre ellos el más complejo, el cáncer cerebral, ya que los tumores que crecen en esta enfermedad , son muy difíciles de tratar”.
Los estudios del Dr. Rolando Martínez y equipo, han determinado que la Leptocarpina es una molécula Lactona sesquiterpénica y posee actividad biológica, la que se traduce en la inhibición de la síntesis de proteínas en células cancerígenas (HeLa), sin afectar la síntesis de los ácidos nucleicos. Permite afirmar también que la Leptocarpina posee actividad citotóxica (mata células cancerígenas), apoptótica (muerte celular programada) y quimio sensibilizador, es decir, hace a las células cancerígenas más sensibles a la quimioterapia, sobre las células leucémicas y tumorales de distintas estirpes, además, no presenta ningún tipo de efecto secundario, ni a corto, ni a mediano plazo. (MARTINEZ, 1995).
Tras muchas investigaciones, también se descubrió que se puede utilizar como ayuda en los tratamientos y en la disminución de la diabetes, por sus propiedades hipoglucemiantes (regulador de la hiperglucemia) pues baja el contenido de azúcar en la sangre. “Hay personas que se han curado de cáncer gástrico mientras están en la primera etapa y ha actuado de buena forma hasta su segunda etapa, pero hemos visto en algunos pacientes que están en fase más avanzada o metástasis donde la planta no parece servir. Sin embargo falta para determinar algo, faltan más pacientes que atender, ya que los diferentes tipos de cáncer en todos se manifiesta de manera distinta”, explica C. Quezada.
Sus aplicaciones son variadas, tanto para la prevención y el tratamiento del cáncer, como el de la diabetes y colesterol, además de ser un buen antiinflamatorio, sanar úlceras, desórdenes gástricos, menstruales y cirrosis. También modela la aceptación a drogas durante las quimios y los antibióticos recetados a los pacientes, o sea, reduce sus efectos secundarios. Protege y depura el hígado y baja los niveles de colesterol en la sangre.
La molécula Leptocarpina ha sido la clave de una extensa investigación centrada en la actividad antitumoral de una familia de compuestos, cuya característica es la “baja toxicidad, pero alta especificidad”. Según Martínez, se caracteriza por presentar una alta eficiencia en la inhibición del crecimiento de células cancerígenas (in vivo e in vitro), en diferentes líneas celulares de tumores tales como:
∙ Linfocitos tumorales (EL-4)
∙ Mieloma (NSO-2)
∙ Cáncer cérvico uterino (Hela)
∙ Melanoma (A-375)
∙ Ovario (CHO)
∙ Células epiteliales de carcinoma laríngeo humano (HEP-2)
∙ Células retículo epiteliales (ITO)
∙ Mastocitoma (P-815)
∙ Macrófagos (J774.2)
∙ Hibridoma productor de anticuerpos antiperoxidasa (4FIO-67)
∙ Línea celular adenocarcinoma humano de hígado (SK Pet-1)
∙ Cáncer pulmonar (T 84)
∙ Adenocarcinoma pancreático: (NP-9)
∙ Adenocarcinoma pancreático: (NP-18)
∙ Linfoma histiocítico: (U937)
Se presentan a continuación, los resultados de algunos estudios científicos que respaldan la actividad biológica de Leptocarpha rivularis, en experimentos relacionados a la diabetes y a diferentes tipos de cáncer.
Efecto de la administración de Leptocarpha rivularis en ratas con nefropatía diabética. Los resultados demuestran que el efecto hipogliceminante de la infusión de esta especie arbustiva, contribuiría al control del estado diabético, minimizando la evolución de patologías secundarias asociadas. (ÁLVAREZ, 2005).
Modulación de la proliferación celular neoplástica in vitro por Leptocarpina, una lactona sesquiterpénicas aislada de Leptocarpha rivularis y con potencial utilización terapéutica. Según el Investigador principal Enrique Werner Navarrete, Facultad de Ciencias Básicas, Universidad Biobío, Chillán, esta molécula pudiese ser una eficaz droga antitumoral sin los efectos indeseados de las drogas para las quimioterapias actualmente en uso y además de bajo costo (WERNER, 2001).
Efecto apoptótico y quimio sensibilizador de Leptocarpina en distintos modelos celulares de leucemias. Este estudio corresponde a una tesis de química y farmacia en la cual Leptocarpina mostró un efecto citotóxico y antiproliferativo tanto en las líneas celulares hematológicas HL60 (leucemia promielocitica) y U937 (leucemia monocítica) (MENA, 2008).
Actualmente la investigación la lideran Juan Guillermo Cárcamo y Claudia Quezada del instituto de Bioquímica de la Universidad Austral , junto al Dr. Rolando Martínez de la Universidad Andrés Bello de Valparaíso, el Dr. Flavio Salazar del departamento de inmunología del Hospital Barros Luco de Santiago y el Hospital regional de Valdivia y el Instituto de Química de la Universidad Austral.
Helena Camaño vende palo negro y dice que “el palo negro sirve para las indigestiones severas y las intoxicaciones, la gente de campo la pide mucho, la conocen. Del palito de las hojas se hace una infusión y eso después se hierve, usted toma este remedio para tener fuerza y salud. He conocido gente que se ha salvado de úlceras y de las úlceras a los tumores hay un solo paso”. Maria Magdalena Farías, de 58 años, relató: “sufrí durante mucho tiempo de poliposis múltiple familiar, un tumor abdominal que me traía mucho malestar. Gracias a esa hierba vivo y me he recuperado en un 90%,; tomo medio litro de agua a diario con tres cucharadas soperas de los palitos de las hojas molidos”.
Actualmente, ya están a la venta productos de Palo Negro, bajo una marca del mismo nombre, con productos desarrollados por una familia de la comuna de La Unión de la Región de Los Ríos, quienes a través de experiencias de sanación, llevaron adelante el cultivo y venta del producto en forma de cápsulas, infusiones y bolsas de té, destacando entre productos similares.
Si pretendes ocuparla en su forma más natural, su forma de uso común es en base a la infusión, utilizando todo el material vegetal de la planta (flor, hojas y tallo), a excepción de la raíz. Se seca, se muele y se hierve; lo ideal es consumir medio litro diario. Recuerda que la planta se empieza a encontrar en primavera cerca del borde del río y favorece cosechar con mesura en enero o febrero. Recuerda siempre pedirle permiso y darle las gracias antes de cortarla.
Es importante recordar que esta planta sólo crece en el sur de Chile y está en peligro de extinción, porque no existe actualmente el debido reconocimiento de sus virtudes, ni el respeto que cualquier planta endémica o nativa merece. Es por ello que a través de esta publicación, se extiende el llamado para la colaboración al fomento de su cultivo; a la valoración y respeto de la misma y el ecosistema donde crece; al incentivo y apoyo a las investigaciones científicas que se están llevando a cabo y la necesidad de recursos a la ciencia aplicada.