Hace poco me invitaron a participar en la investigación de Efecto Valdivia @efectovaldivia. Un proyecto ecuatoriano que busca plasmar interpretaciones contemporáneas de esa cultura a partir de la mirada de ilustradores, fotógrafos especializados en moda, además de un equipo de comunicadoras, estilistas y productoras del medio.
En principio, tener la oportunidad de estudiar más a fondo esa cultura me parecía fascinante y ahora lo ratifico, mientras más avanzan las entrevistas y lectura de textos me percato de lo enriquecedor que es mirar con otros ojos el legado que tenemos en Ecuador y cómo lo interpretamos en un contexto de tiempo y espacio completamente distinto.
Recuerdo la primera vez que me hablaron de Las Valdivia; estaba en el colegio, todavía utilizábamos láminas escolares y las figurinas ya calaron en mi memoria. Para los que vivimos en Quito, Ecuador probablemente recordamos haberlas visto en las visitas al museo de la Casa de la Cultura o la Casa Museo El Alabado; Las Valdivia siempre han estado presentes. En libros, en historias, museos, cuentos, incluso en afiches de festivales de música como el Mishki Fest @mishkyrecords; que según Ataw Allpa, gestor del evento, funcionan como inspiración. No solo por que siente que es la civilización más mística de América Latina, sino por que a nivel artístico llegaron a tener grandiosas habilidades escultóricas, con gran poder de síntesis en sus expresiones y por eso miles de años después continúan presentes en otros espacios.
A medida que me acerco a su legado, puedo ver sus habilidades, su conexión con los objetos, pero sobre todo con su memoria. Es casi imposible creer que hasta el día de hoy (pese a todas las irregularidades, falta de espacios y aportes a la documentación histórica y cuidado del patrimonio en el país) se ha logrado preservar contando una historia con una visión de comunidad totalmente distinta. Con una ideología que miles de años a.C. ya planteaba temas de género de maneras en las que hoy en día continúan siendo debatidas, entre otros aspectos que el libro busca documentar…
Hoy por hoy el legado continúa existiendo no solo por las piezas que han logrado perdurar, sino porque tiene una voz viva. Una constante exploración, inspiración, e interpretación de lo que representan como un medio de identidad de creación.
Son ejercicios que mantienen activo nuestro vínculo con el pasado. Aquel que nos hace distintos, nos brinda otros contextos, conocimientos e incluso estilos de pensamiento que forjan una identidad. Esos rasgos que si dejamos de explorar o hablar; podrían morir.
Foto:@rositasoledades
Modelo: @manuelacordoba
Producción: @efectovaldivia /@paulina.andrade.m