Todo lo que existe es energía y la energía está compuesta por vibraciones en diferentes frecuencias. Una piedra es energía, una planta es energía, la luz es energía y así también nuestros pensamientos, emociones; todos son átomos a diferentes velocidades lo cual nos da la ilusión de que algo es más o menos denso.
“Si quieres cambiar tu vida, debes cambiar tu frecuencia”
Dependerá de nuestras vibraciones y sus frecuencias lo que vendrá a nuestra vida, ya que todo lo que nosotros vibramos al universo por ley de resonancia es lo que vendrá hacia nosotros y formará nuestra experiencia. Esto también es conocido como la ley de atracción, que tan popular ha sido últimamente. Nos han dicho que para atraer lo que queremos a nuestra vida tenemos que escribirlo, pensarlo, sentirlo y hablarlo, pero esta teoría tiene un error y es que nosotros no atraemos a nuestra vida lo que queremos conscientemente, atraemos a nuestra vida nuestras creencias más profundas, esas que se encuentran en nuestro subconsciente, el cual dirige el 97% de nuestro pensamientos. Éstos son implementados en nosotros a una edad en la que no podemos discernir qué es verdad o no, por lo cual lo tomamos todo como cierto.
Estas creencias son nuestra programación y están en nuestro cuerpo energético vibrando diferentes frecuencias, que pueden ser de carencia o de abundancia. Por ejemplo, si cuando pequeños nos dijeron que el dinero era sucio y la gente que lo tenía era mala, esa creencia está en nuestro cuerpo energético, en nuestros chakras o en nuestra aura o fuera de nuestra aura y esta vibrando carencia, es decir, frecuencias bajas y densas y por más que queramos ganar dinero y trabajemos duro para hacerlo, jamás llegará en las cantidades que sentimos que merecemos. En cambio, si cuando pequeños vivíamos en un ambiente donde el dinero no era considerado algo difícil y nuestra creencia en cuanto a éste es de abundancia, entonces sin mayor esfuerzo el dinero fluirá a nuestras vidas, por lo cual vibraremos abundancia al universo y eso es lo que vendrá a nosotros.
Esto no es algo que debemos creer por fe, es algo que todos podemos comprobar en nuestra vida. Por esto se destacan tanto terapias como el PNL para transformar las creencias limitantes, pero trabajar directo con la energía es lo que para mí ha funcionado de manera más eficaz. La energía no desaparece, solo se transforma y muchas veces para poder llegar a estas creencias que están tan escondidas en nuestra mente, debemos pasar por terapias que nos recuerdan muchos traumas y dolor de nuestro pasado. No es necesario si te atreves a un proceso de sanación energética, con él podemos llegar a resultados inimaginables y finalmente alinearnos con la abundancia que está siempre a nuestra disposición, ya que nuestra esencia divina, nuestra materia prima es energía de alta vibración; esa es nuestra verdadera naturaleza, por lo cual solo debemos limpiar el camino para entrar en el flujo de la abundancia y presenciar los verdaderos milagros.
“Si tan solo supiéramos lo poderosos que somos, nos transformaríamos en los creadores y no las víctimas de nuestra vida”