Por Alejandra Pérez y Daniela Morel
En los tiempos de hoy es urgente poder conectar con nosotros mismos, salir del piloto automático y tomar conciencia. Poder darnos espacios de autocuidado y descanso. Conectar con la ciclicidad de la luna y con nuestra propia ciclicidad nos hace tomar consciencia de la importancia de este equilibrio, escuchar nuestro cuerpo y no sobre exigirnos.
¿Cuál es la relación entre la luna y lo femenino?
La luna en astrología es la representación del arquetipo femenino, que en su versión más tradicional representa el amor incondicional, la compasión, la búsqueda de la seguridad emocional y protección, el cuidado y la nutrición de los demás, así como también la búsqueda de la intuición y la sabiduría interna. Es una energía que se enfoca en el ser, en la contemplación y en la conexión con lo más profundo de nosotros mismos.
Existe en astrología la “luna negra” conocida como “lilith”, quien representa un nuevo arquetipo femenino en la sociedad, más orientado al empoderamiento, al atrevernos a hacer las cosas bajo nuestros propios paradigmas, alejándonos de lo convencional, de los estereotipos y las normas sociales, un nuevo arquetipo femenino que va tomando predominancia en estos tiempos.
¿Cómo se manifiesta esta conexión?
En la interpretación de la Carta Natal, el Sol y nuestro signo solar, representa nuestra esencia, “yo soy”, la manera en la que brillamos, cómo encontramos nuestra felicidad, la forma en que externalizamos lo que somos (energía masculina). La Luna y nuestro signo lunar, por su lado representa nuestra emocionalidad, “yo siento”, la manera en la que nos relacionamos con nuestros sentimientos, cómo reaccionamos cuando nos sentimos amenazados, nuestra vulnerabilidad (energía femenina). De esta manera, la Luna juega un rol muy importante en nuestra personalidad.
En el día a día el sol y la luna se relacionan dando resultado a lo que se conoce como “fases lunares”. Un mes lunar comienza con la Luna Nueva, Luna Creciente, Luna Llena y Luna Menguante, durando aproximadamente 29 días. Las diferentes fases lunares tienen un impacto directo en la naturaleza, por ejemplo en las mareas, o en la agricultura siendo la Luna Nueva tiempo de descanso para las plantas. Así también estos ciclos impactan en nuestra propia naturaleza, invitándonos a llevar una vida más equilibrada y darnos espacios para “hacer” (Sol, energía masculina), pero también para descansar, sentir y “ser” (Luna, Energía femenina).
En las mujeres esto se ve íntimamente relacionado con los ciclos femeninos, en donde en muchos casos estos se “sincronizan” con los de la luna, dando como resultado por ejemplo la menstruación en la luna nueva. Y si bien no siempre es el caso, nuestra naturaleza femenina nos invita a vivir de manera cíclica, respetando cada fase para poder fluir de mejor manera con nosotras mismas y con el universo.
En tiempos de pandemia e incertidumbre, ¿dirían que se incrementó el interés por el bienestar espiritual? ¿En qué ven reflejado esto?
La Pandemia nos ha hecho conectar con nuestra vulnerabilidad como seres humanos, nos ha hecho replantearnos nuestras metas, prioridades y el ritmo en el que estábamos viviendo. Buscando conectar con lo más trascendente, con el sentido de nuestras vidas. Lo que nos conecta directamente con nuestra dimensión espiritual. El autoconocimiento y la introspección han sido dos consecuencias de esta pandemia. Nadie es la misma persona que era hace 2 años antes de la pandemia. El coronavirus nos ha transformado a todos en más de algún sentido.
El estar más en casa y el encierro nos ha hecho valorar y darnos cuenta de la importancia de nuestros vínculos, relaciones y el contacto físico para nuestro bienestar. Somos seres sociales, y ha habido una creciente necesidad de conectar con otros. A nivel de comunidad hemos visto una tendencia a conectar con personas que creen y tienen una visión similar del mundo. La sensación de ser parte de una tribu que comparte una filosofía de vida. En esto las RRSS fueron un medio muy relevante en la pandemia y nosotras lo vimos en Casa Siete. Donde las personas que hacían cursos recomendaban a sus amigas, iban compartiendo lo que aprendieron o creían que podía servir a otra persona y aportaban desde sus conocimientos y experiencias. Todo desde la colaboración y buscando compartir con personas que están también en su propio camino y viaje personal. Es una gran red de apoyo y eso que no nos conocemos físicamente.
En momentos de cambios e incertidumbre, surge instintivamente el miedo a lo desconocido… y con esto la ansiedad y la angustia. Según un estudio de la ACHS y la UC, un 85% de las personas declararon que su estado de ánimo actual es igual o peor en comparación con la situación anterior a la pandemia. Es por eso que ha quedado aún más en evidencia que nunca la importancia de reconocer y gestionar nuestras emociones, escuchar que nos está diciendo nuestro cuerpo y cuidarnos tanto a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Somos seres holísticos y todo está conectado. Cada vez hay más conciencia de esto y las personas están buscando distintas alternativas para cuidarse, sentirse mejor a nivel de salud y energía personal.
El homeoffice también ha sido un desafío en términos de bienestar y autocuidado, ya que hay menos límites físicos entre trabajo/descanso, horarios laborales más difusos, compatibilidad familia/trabajo y responsabilidades en la casa. Altas sobreexigencias, menos horas de sueño, desgaste físico y emocional. Hemos visto un interés creciente en temas asociados al manejo de la ansiedad, como el mindfulness, el yoga y pausas conscientes, y también asociados al empoderamiento personal, a tomar decisiones y salir de nuestra zona de confort utilizando herramientas del coaching. Es por eso que le dimos mucho énfasis a esto en nuestro libro.
En su libro Sincronía Lunar ¿Las lectoras encontrarán recomendaciones o ejercicios prácticos para potenciar las propiedades de la luna?
El libro contiene ejercicios prácticos, para que cada persona pueda ir aplicando lo aprendido de forma directa. Y así poder aprovechar al máximo la energía disponible de la Luna en el área de la vida que tenga mayor potencial de manifestación de cada persona.
El libro está estructurado según las fases de la luna y cómo poder utilizar su energía disponible en cada fase y en distintos signos. Fue creado y escrito de forma fácil de leer de manera que cualquier persona pueda leerlo y aplicar estos conocimientos, independientemente de la profesión o formación que tenga.
Y para poder aprovecharlo al máximo incluimos tips, ejercicios y recomendaciones. Utilizamos técnicas de programación neurolingüística, neurociencia, metafísica, psicología positiva, mindfulness, coaching y metodologías ágiles. De manera que ayude a cada lectora a conectar con su propósito y compartir su unicidad con el mundo. Desde su esencia, talentos y fortalezas. Además, incluye un paso a paso para hacer nuestros listados de intenciones, y un capítulo completo de Rituales para conectar con nuestro poder interior y subconsciente, para ir creando nuestra realidad.
Hicimos por más de un año cursos asociados a estos temas donde participaron más de 10.000 personas, es por eso que enfatizamos las temáticas que percibimos que son de mayor interés e incluimos preguntas frecuentes para que sea muy completo, fácil de leer y entretenido.
Este libro te invita a Re-descubrirte, abrazar tu naturaleza cíclica, conectar con tu autenticidad y tus sueños, para así crear la vida más equilibrada y con propósito.
En una sociedad con tantos prejuicios y “deber ser”, un sistema de educación nos uniforma y “estereotipos de éxito”. Ser uno mismo es de valientes… y vivir una vida que merece ser vivida, para nosotras el verdadero éxito.
¿Es posible integrar los contenidos del libro a la vida diaria? ¿En qué áreas de la vida?
¡Totalmente! Justamente lo que buscamos es poder entregar herramientas para llevar una vida más equilibrada, con más sentido y puedan ir avanzando en sus sueños.
El primer gran objetivo es poder llevar una vida más equilibrada y auténtica.
Buscamos también que las lectoras puedan conectar con su feminidad y darle el valor que tiene. Respetar nuestros tiempos y naturaleza cíclica para sentirnos vulnerables sin juzgarnos. Despertar nuestra intuición y creatividad. Y dejar que este lado co-habite de la mejor manera posible con nuestro lado masculino, como lo son la acción, la organización y ejecución entre otras.
Hay un ejercicio que recomendamos mucho, y que nosotras llevamos años haciéndolo y viendo los efectos que han tenido en nuestra vida, que es el “Listado de Intenciones”, también es el tema que mayor interés despierta cuando hacemos nuestros cursos y que recomendamos hacerlo en las lunas nuevas. En este ejercicio buscamos conectar con lo que verdaderamente anhelamos y poder organizarnos, priorizar, de manera de intencionar para ir avanzando hacia nuestros sueños. En el libro explicamos detalladamente este ejercicio, además de otros.
Finalmente, el tomar consciencia de los ciclos lunares y el impacto que puedan tener en nosotros, nos hace ser conscientes de que somos parte de un todo, de una energía unificadora, y podemos despertar así nuestra dimensión espiritual, entendiendo que somos seres holísticos, en donde nuestro cuerpo, mente y alma están íntimamente conectados.
Despertar nuestra dimensión espiritual entregará un mayor sentido a nuestras vidas y nos inspirará a llevar un propósito más claro, buscando impactar positivamente a nosotros mismos y a los demás.