Durante el último tiempo, hemos visto cómo una parte de la industria de la moda busca opciones para remediar y frenar el daño que le ha provocado al planeta. Dentro de esa exploración han surgido diversos proyectos innovadores, y uno de ellos es el de Vollebak. La firma experimental creó una sudadera con capucha diseñada para ser completamente biodegradable y compostable.
«La sudadera con capucha Plant and Pomegranate se siente como una sudadera con capucha normal, se ve como una sudadera con capucha normal y dura tanto como una sudadera con capucha normal. La diferencia es que comienza su vida en la naturaleza y está diseñada para terminar allí también», dijo el cofundador de Vollebak, Steve Tidball, a través de un comunicado.
La particular prenda fue creada a partir de eucaliptos y su tono musgoso se debe a que fue teñida con cáscara de granada. Respecto a su vida útil, aseguran que puede durar desde tres a 30 años, dependiendo exclusivamente del cuidado que le den. Cuando llegue a su final, se descompondrá por completo en 12 semanas si se entierra en el suelo, o en ocho semanas en una pila de abono casero, e incluso más rápido en una instalación de compostaje industrial.
La mayoría se imagina que crear ropa biodegradable es difícil, lo cierto es que desde la marca han señalado lo contrario. «Hacer algo que se biodegrada no es la parte difícil. En una escala de tiempo lo suficientemente larga, todo en la tierra se biodegradará. Lo que es difícil es hacer algo que se biodegrada muy rápidamente, no deja rastro de su existencia y utiliza la menor cantidad de energía posible para crear», concluyen.
Recordemos que esta no es la primera vez que sorprenden con una producción de este tipo, ya que previamente crearon una polera de plantas y algas que se convierte en alimento para lombrices. Así como también diseñaron una chaqueta que han catalogado de ‘casi indestructible’, al estar hecha de Dyneema (fibra que es 15 veces más fuerte que el acero) y una chaqueta con hilado de cobre a prueba de virus.
Con este trabajo, la marca da un claro ejemplo de que es posible cambiar la cadena productiva, y que desde la moda sí se puede cuidar el planeta sin sacrificar la realización de nuevos diseños. Sin duda esta prenda se transformará en un incentivo para aquellos que andan en búsqueda de nuevas formas de producción, y también en un incentivo para difundir la importancia de sumarse a este proceso de transformación de la materia orgánica llamado compostaje.
¿Cuál será su próxima creación? ¿Qué impacto comenzará a tener este tipo de productos? De seguro, muy pronto lo sabremos.