De entre los planetas que era posible observar a simple vista, dos de los más lentos son Júpiter y Saturno. Por este motivo en el pasado incluso marcaban ciclos muy importantes. Cuando se juntaba en el cielo esta unión recibía el nombre de conjunción planetaria y por lo tanto es ahí donde reciben estos dos personajes el nombre o denominación de “cronocrastores” esto quiere decir los dioses del tiempo, los que gobiernan el tiempo.
Estas conjunciones de Júpiter y Saturno se producen cada 20 años. Dónde van marcando en su conjunción distintos procesos que repercuten a la sociedad, y donde lo más interesante de esta conjunción Júpiter Saturno es que se presenta durante 200 años bajo el mismo elemento zodiacal (salvo un par de decepciones tanto al principio del ciclo como al final).
Esto quiere decir que durante 200 años está conjunción se va a presentar, por ejemplo, en el elemento tierra en el cual estuvimos transitando desde 1802 hasta incluso los albores del año 2020.
El elemento tierra simboliza un aspecto muy importante para las sociedades ya que guarda relación con que, (recuerden bien Júpiter Saturno son planetas sociales) la sociedad ha estado generando grandes avances y transformaciones en el elemento tierra es decir en la economía, en los recursos económicos, en la posesiones, en los territorios, en fin, y es por esa razón, que si nos ponemos a pensar, incluso todo conflicto que pudo haber sido presentado en las sociedades, guarda relación con ser conflictos por territorios, por tierras, por avance o retroceso de límites, inclusive los combustibles utilizados serán de características fósiles pues son obtenidos directamente desde la tierra.
Para describir bien este ciclo nos remontaremos a 1802 donde estamos justamente en el clímax de lo que llamamos la revolución industrial, el punto de inicio de este ciclo del elemento tierra para la humanidad. Y donde este ciclo de 200 años entonces, que se producen un elemento, sucede de manera correlativa en relación a los elementos observados cuando uno revisa una carta astral. Siendo el correcto orden el siguiente: elemento fuego, elemento tierra, elemento aire, elemento agua.
Esto hace suponer que después de un ciclo de tierra efectivamente se avecina el ciclo de aire y previo al ciclo de tierra estaba el ciclo de fuego. Por tanto, lo anterior nos lleva a pensar que estos ciclos de dos siglos o 200 años están inmersos en otro ciclo mayor de 800 años.
Es importante consignar que una vez que el ciclo va llegando a su fin siempre tenemos una conjunción Júpiter Saturno que marca es una especie de Preview de lo que va a ocurrir en el próximo ciclo. Por ejemplo este ciclo de tierra que se produce entre 1802 y 2020, tenemos el año 1981 cuando está conjunción se da en el signo de libra que es un signo de aire.
Éste adelanto de lo que se avecina del elemento aire, en este caso nos trae a colación el que los grandes objetivos y elementos por dónde se va mover la sociedad ya no son únicamente lo terrenal lo tangible lo concreto, si no ahora en este adelanto de 198. El signo de Libra es un signo que ama a relacionarse o vincularse de manera armónica, equilibrada, dejándonos la siguiente pista: en 1981 se crea la CSN más conocido como el inicio de la internet, que permite que nos vinculemos sin la necesidad de estar de manera presente, sino que justamente poder contactarnos a través de esta Red.
En ese sentido, podemos también revisar qué es lo que sucede en la etapa previa a 1802 que es el inicio del elemento tierra pues bien previo al ciclo de tierra está el ciclo de fuego y el final del ciclo de fuego también marca grandes procesos para la sociedad ya tenemos 1776 el nacimiento de la independencia Estados Unidos e incluso un par de años después motivó también a los franceses en su gran revolución.
El elemento fuego tiene que ver con los grandes caudillos los líderes quienes van directos sin vacilar, en búsqueda de alcanzar sus ideales, lo que moviliza la energía y que muchas veces representa conflicto, batalla, pleito, y que nuevamente nos sorprende generando la despedida de este elemento fuego para iniciar el ciclo de tierra.
Si nos damos cuenta de observar y mirar hacia atrás tendremos que viajar por lo menos 800 años para volver a encontrar un ciclo de aire igual que el que se está iniciando ahora en el año 2020, ¿ya que esta conjunción planetaria se produjo el 21 de diciembre de 2020 y que podemos esperar entonces?
Es aquí donde los invito finalmente a viajar brevemente al pasado donde nos encontraremos por ejemplo
con que el ciclo anterior cuando Júpiter y Saturno se encontraron en el mismo signo que lo hace en este 2020 (es el signo de acuario) Y debemos retroceder a analizar el periodo que va entre los años 1200 y 1400 momento de la historia donde esta conjunción se produjo en el elemento aire.
Cinco fechas, es decir, cinco años específicos en donde se produce la conjunción el acuario. Y los quiero llevar a la siguiente reflexión: 1348 es una de las fechas en las cuales se produjo esta conjunción y si hacemos una comparación histórica de plano, con que nos vamos a encontrar entonces?
Efectivamente solamente revisar la historia nos encontraremos con “la peste negra” una pandemia que independientemente esa pandemia haya sido realmente una enfermedad de carácter mundial, la diferencia de esta que se desencadena el 2019 y que repercute el 2020 en términos de plandemia. La similitud es que el signo de Acuario invita a que debemos entender que es el colectivo el sentimiento grupal, y la comunión de los seres lo que va a permitir que nosotros podamos salir adelante.
Y donde lo más importante de la comparación del ciclo de astrología mundana, es que sabemos también que todo en la vida es cíclico, y como buenos ciclos esto se repiten para que logremos internalizar las enseñanzas que una y otra vez se nos presentan, ya que si no lo resolvemos constituyen el famoso karma.
Pues bien, otra similitud también que podemos encontrar al dirigirnos hacia el pasado es revisar nuevamente dentro de estos ocho siglos hacia atrás, que a principios del siglo XIII tiene a la Europa feudal viviendo un momento de renacer espiritual reflejado en las grandes obras arquitectónicas de su catedrales góticas. Sin embargo esta se contraponía con su peso específico en el mundo y las personas, ya que en el occidente quien captaba la máxima atención era el islam que llegaba a su máxima extensión territorial.
Y si bien ya comenzaba a perder algunas batallas importantes, era el imperio más predominante de la época (imperio mongol). Es así como en el año 1271 los mongoles establecieron su centro de operaciones, su ciudad capital que era el centro del mundo de aquellos años, que expandía sus ramas hacia todos los confines de la gran Europa y que abarcaba el grandísimo imperio mongol.
Por aquel entonces dicho centro operaciones era una ciudad conocida como Pekín generando finalmente la última sensación de reflexión y de analogía con los tiempos actuales, encontrando en el gigante Chino, su máxima expresión de expansión en este 2021. ¿qué les parece ustedes la similitud al ser ahora que se repite el ciclo y que de aquí en adelante las guerras ya no serán por territorios, como el elemento tierra, sino que estas serán por ideales, redes de contacto, por Internet, por pensamiento globalizado, por ideología. Los combustibles fósiles serán reemplazados por el elemento aire: “combustible magnético” magnetismo y donde los debe llevar a la reflexión de qué empezamos a construir un nuevo entramado social de la vida de todos y donde si pensamos que vas a volver a percibir la vida como era antes, es recomendable que ya empecemos a verla con los nuevos ojos del ciclo de aire y las transformaciones que ya toman forman y se arraigan en las sociedades actuales del mundo contemporáneo.