El pueblo rapa nui es originario del Ombligo del Mundo o Isla de Pascua, la que se ubica frente a la costa de la zona norte. Este pueblo era sedentario y se dedicaba a la pesca y a la agricultura. Elaboraban enormes esculturas de piedra volcánica llamadas Moais y construían sus viviendas (hare paenga) con base de piedra y forma de bote.
El pueblo rapa nui desciende de los primeros pobladores provenientes de la Polinesia. Este pueblo era gobernado por un Ariki, con ascendencia atribuida directamente de los dioses. El primer Ariki henua “rey de la Tierra” conocido es Hotu Matu’a, quien fundó el linaje dominante que en el futuro controlaría el acceso a los puestos sacerdotales y políticos. Los hijos de Hotu Matu’a se convirtieron en los ancestros de las distintas tribus con un jefe supremo, el Ariki Mau.
Los Rapa Nui tenían una sociedad fuertemente estratificada, ordenada a través de linajes extensos que controlaban un determinado territorio. La construcción de altares a los antepasados y el levantamiento de los enormes moais, cumplían la función de reflejar el poder y cohesión interna de cada clan. El poder político estaba concentrado en el Ariki Mau, autoridad suprema de carácter hereditario, y en la casta sacerdotal, encargada de mantener las tradiciones religiosas y el culto a los antepasados.
El crecimiento de la población, que se estima alcanzó a las 10.000 personas, hizo que la presión sobre los recursos y la competencia entre los distintos linajes, se hiciera más intensa. La situación llegó al límite cuando la deforestación casi total de la isla, impidió construir embarcaciones que podrían haber aliviado la presión demográfica sobre alimentos insuficientes. Los requerimientos de la clase sacerdotal se hicieron cada vez más difíciles de cumplir, y el poder de los ancestros ya no fue suficiente para sostener la cohesión interna de los linajes y el delicado equilibrio social.
Esta crisis hizo estallar un feroz conflicto interno en el que la gran mayoría de los moais fueron destruidos por clanes rivales. El reacomodo a la nueva situación ambiental fue lento y difícil, nació el culto a Make Make “el Dios creador” y con ella la ceremonia del Tangata Manu “hombre-pájaro”, en la que los distintos linajes competían anualmente por el poder político. Con la llegada de los primeros navegantes europeos la crisis empeoró. Las jerarquías tradicionales se desmoronaron y la llegada de misioneros católicos a la isla reforzó la creciente aculturación.
Fuente: Memoria Chilena
Fotos: Fotografía de Colomba Elton. (moais)
Primera puesta en pie de un moai en tiempos modernos (1955) créditos: chile precolombino