Por Fedra Mauricci, Voz MOLA Argentina / Fashion Network.
Como para empezar sabemos que no es sencillo y ante todo se necesita de mucha convicción porque la realidad pareciera ser más sencillo hacer las cosas mal que bien. Eso sí, el costo de hacer las cosas mal es muy alto y acumulativo. Tendemos a pensar que nuestras acciones parecen insignificantes, que una decisión no modifica nada pero miremos a dónde hemos llegado con nuestras decisiones: “Disminución del 60%, en un poco más de 40 años de la vida silvestre” (Informe Planeta vivo 2018). La concentración promedio de CO2 en la atmósfera en el 2019 fue de 416,21 partes por millón (ppm), la más alta que ha vivido la humanidad y se estima en 450 ppm para que afecte drásticamente a la humanidad, el agua dulce del planeta muestra una disminución del 83% desde 1970 (Informe Planeta vivo 2018), sólo por acercarles algunos datos.
Es por ello que ya no podemos ver nuestras acciones como individuales, sino que debemos entendernos como el sistema que somos y la continua interacción entre uno y otro.
Por lo que no podemos pensar en diseñar productos para las personas, sino en pensar productos para las personas que viven en el planeta, y por lo tanto el uso o no uso del mismo impactará en el sistema completo. Como diseñadores de productos debemos diseñar entendiendo y analizando el impacto del mismo.
En estos tiempos hemos presentado siempre informes económicos de nuestros proyectos (balance económico y financiero), hoy contamos con herramientas para poder medir nuestro triple impacto, por lo que tenemos el conocimiento y los medios para redefinir nuestra relación con el planeta ya no hay excusa para no hacerlo. ¿Cuál debería ser nuestro primer cambio? la mirada, parar el pensamiento sistémico, entender cómo mi proyecto interrelaciona e impacta a otros sistemas y que juntos compartamos en el planeta. Debemos empezar a vernos y sentirnos como parte del planeta y no al planeta como parte de nosotros.
Otra ruptura importante es con el sistema de producción lineal, vimos que todo lo que producimos perdura en el planeta, por más que ya no lo tenga uno, lo más irónico de ello es que lo que más dura en el planeta es lo que menos usamos, cómo es el caso de los plásticos de un solo uso. Es decir, diseñamos y consumimos solo para la comodidad de las personas a corto plazo (ya tomamos conciencia de que el plástico comenzó a incomodarnos) y hoy vemos que eso fue por no tener una mirada sistémica, y pensar a dónde iba eso que usábamos por segundos. Hoy lo vemos una isla de plástico del tamaño de Francia y la destrucción de la vida marina, por unos segundos de uso.
Es decir debemos pensar y analizar los productos entendiendo que la vida útil del mismo no termina en el usuario sino en la descomposición de cada uno de los materiales del mismo y como diseñadores seremos corresponsables de ello.
Es por eso que pensar en diseñar un producto es una gran responsabilidad y requiere de una ardua investigación del mismo, hoy no podemos copiar y rehacer, porque hoy la forma de hacer y pensar debe ser hacia la sostenibilidad y lejos está de ser lo que venimos haciendo. ¿Entonces qué es lo que debemos hacer? Esto es un proceso y hoy estamos en en etapas de pruebas y errores, investigación y desarrollo, es decir en cambios continuos al respecto pero además estamos ante una carrera contra del tiempo.
Sin lugar a duda algo hay que empezar a hacer. Y como siempre me dicen viendo todo lo que hay que ver me paraliza y se me hace difícil empezar.
Es por eso que empecé la nota con la que se necesita mucha convicción, pero ya sabemos qué pasa si no hacemos nada, cada año recibimos informes que realmente preferimos no leer, pero también son necesarios para tomar conciencia que estamos al borde del colapso ambiental y social.
¿Entonces por dónde empiezo?
Reconociendo mi cadena de producción al detalle, debo primero clasificar los productos porque cada uno de ellos tendrán particularidades. Tomar cada ficha técnica y preguntarme si conozco el impacto de mi producto. Reconocer los textiles, los químicos (en textil, avios, estampas, hilos). El desperdicio que me genera el tipo de molería realizado. Medir el tiempo que lleva de realización con ello energía por ejemplo. Ejemplo: Una remera realizada en algodón de color: ¿qué se del proveedor de ese textil? ¿entré a su web? ¿Sé si es local o importado? ¿qué sé sobre su tinte y su tintorería? ¿Qué técnica de tinte utilizan? ¿utiliza circuito cerrado de agua? ¿qué tipo energía? Si la remera por ejemplo fue diseñada con un cierre o botones que sé de ellos, son plásticos, de metal, qué tipos de acabados tienen, quién es el proveedor, de nuevo es local, importado….
Es decir la ficha técnica de cada producto debe empezar por permitirme medir y evaluar el impacto del mismo. Para poder evaluar cambios.
- A veces se basa toda la decisión en el textil, pero no sólo debemos pensar en el textil genérico porque cada impacto va a hacer diferente según qué información tengamos de ese proveedor: no es lo mismo un textil de algodón comprado a un proveedor local que uno que sea importado. No es lo mismo un proveedor que tenga un circuito cerrado de agua, a uno que no.
- Y el dato que no logre tener lo resalto, para ver si eso es posible cambiarlo o desde el diseño o buscar otro proveedor por ejemplo que me permita obtenerlo. Si somos más los que pedimos los datos y el no obtenerlo resulta de buscar otro proveedor o cambiar de materialidad, dichos proveedores deberán cambiar si quieren permanecer en el mercado. Ya sea haciendo las cosas correctamente o hasta desarrollando e innovando para realizar mejoras.
- Luego de salir del sector producción y evaluar el entorno, ¿qué materiales se usan en administración? ¿Cómo es el local? (su energía, materialidad, iluminación). Todo lo que va alrededor del mismo que me permita llevar la actividad adelante. ¿Cómo llego al local? también será un impacto del proyecto.
- Luego la disposición del producto: su packaging, qué tipo de lavado necesita, informar al cliente cómo hacer el mismo ¿necesita plancha? y luego, ¿qué pasará cuándo para el usuario no tenga más utilidad? ¿Cuál será el impacto del mismo durante su vida útil y su descomposición final? Como vimos el mismo no deja de impactar cuando sale del local, sino que sigue impactando en manos de otros, y de la forma que lo haga dependerá de las decisiones de diseño que haya tomado.
Sabemos que no es sencillo, pero no puedo modificar aquello que no sé, por lo que primero tengo que saber cuál es mi punto de partida, y luego hacer un plan estratégico sustentable que incluirá el Impacto ambiental, social y económico que cada nueva acción.
Siempre vamos a impactar, sabemos que el proyecto sostenible 100% hoy es utópico, pero sí podemos, cada vez, acercarnos más a él y tomar luego decisiones intencionales fuera del proyecto para mejor el mismo. Ejemplo, si mi materia prima es importada y no encuentro otro proveedor local con la misma calidad y precio y de cambiarlo me impedirá comercializar el producto, puedo pensar en acciones con ONG/Fundaciones que ayuden a mitigar el impacto de dicha huella carbono. Pero una vez más sino conozco cada uno de mis eslabones de la cadena de valor y cómo los mismos se relacionan con el planeta, no puedo tomar decisiones hacia la sostenibilidad.-
Conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), son una guía para analizar los impactos de nuestros proyectos, tanto en lo social, como en lo ambiental y en lo económico. Analizar cada uno de ellos y reconocerlos dentro de nuestra cadena de valor. Los ODS son una hoja de ruta hacia la sostenibilidad.
El SDG Compass es una herramienta desarrollada por Pacto Global de Naciones Unidas, GRI y WBCSD que ayuda a las empresas a identificar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en su cadena de producción y cuenta de 5 pasos:
1) Entender los ODS: es importante familiarizarse con los ODS y entender las oportunidades y responsabilidades que representan para el proyecto.
2) Definir prioridades: para beneficiarse de las oportunidades y retos que presentan los ODS, definir en dónde se encuentran las prioridades de tu proyecto te ayudará a enfocar tus esfuerzos.
3) Establecer objetivos: el establecimiento de objetivos se basa directamente en los resultados de la evaluación de impacto y priorización realizada en el paso 02.
4) Integrar los objetivos en la empresa: Como resultado se habrán identificado y establecido objetivos medibles para cada una de las prioridades estratégicas del proyecto.
5) Reportar y comunicar: Es importante reportar y comunicar continuamente sobre su progreso frente a los ODS, para comprender y satisfacer las necesidades de las partes interesadas.
Hacer más y mejores cosas con menos recursos, incrementando las ganancias netas de bienestar de la actividad económica mediante la reducción de la utilización de los recursos, degradación y la contaminación durante todo el ciclo de vida, logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida.
No puedes seguir haciendo las cosas por repetición, debemos Diseñar con CO-RESPONSABILIDAD como parte de un sistema. Necesitamos desarrollar una nueva manera para satisfacer las necesidades de los consumidores de una forma menos intensiva con los recursos. Como vimos el desarrollo del producto conlleva una variedad de criterios de diseño: la calidad, la ergonomía, la seguridad, la estética MAS los criterios sociales y ambientales, debemos diseñar pensando en minimizar el impacto en el ciclo de vida.