En el tarot, como también en todas las barajas y cartas populares, se manifiestan los 4 elementos con los cuales todo lo que conocemos es creado. Son los elementos de la alquimia, del mago o la maga, y ellos utilizados como quien conjuga los ingredientes de una cocina nos sirven para crear, crearnos y tener un detector de por qué motor o motivación hacemos lo que hacemos.
Primero que todo es vital entender que estos cuatro elementos desde el tarot nos hablan de cuatro dimensiones de entendimiento del mundo circundante. Los cuatro palos o cuatro centros vienen a representar cuatro formas de vincularnos e identificarnos con el entorno, que no son verdades en sí mismas, de hecho paradójicamente Alejandro Jodorowsky les llamó: los 4 egos.
♡ COPAS: Energias sutiles, afectos, espiritualidad y emociones. En la historia estaban vinculadas al Clero y a la iglesia. El motor es el corazón y su elemento es el agua.
◇ OROS: Necesidades y materialidad. Espacio físico, cuerpo humano, dinero y recursos. En la historia ligados a la clase Burguesa Comerciante. Es el motor de lo concreto, de lo finito y su elemento es la tierra.
♤ ESPADAS: Mundo mental y virtual. Comunicación verbal, lenguaje e ideas. Estaba relacionada con la nobleza. Es el motor de toma de decisiones y nuestra capacidad de semiotizar el mundo, su elemento es el aire.
♧ BASTOS: Pulsiones e instintos, deseos y magma sexual creativo. Vinculado a los campesinos…la barbarie. Es el motor de lo creativo, la expansión y el placer, su elemento es el fuego.
El trabajo de la tarología entre otras cosas consiste en entendernos desde estas cuatro posibilidades perceptivas e intentar equilibrarlos unos con otros, no dejar que se contaminen y sean libres de creencias ajenas para que nos despleguemos en la vida de forma evolutiva. O sea sin perder la capacidad de cambiar.
El hecho que sean egos es un punto a tener siempre muy en cuenta porque solemos identificarnos con lo que nos enamora, lo que pensamos, hacemos y/ deseamos, sin embargo somos muchísimo más que eso pero al mismo tiempo tenemos que entender esos procesos para trabajar las cosas que nos pasan desde ese ancla, o incluso nos ayudan a reflexionar el desde donde hacemos las cosas que hacemos.
Es interesante pensar que a veces estos centros se contaminan unos con otros: pensamos con el corazón, sentimos con el sexo, comemos por ansiedad o deseamos lo que pensamos, etc.
Cada centro energético tiene su propio objetivo evolutivo: el oro quiere vivir, y no sobrevivir; la copa quiere amar y no repetir patrones del amor romántico de las películas clichés, las espadas quieren ver y no necesariamente llenarse de pensamientos y los bastos quieren crear y no solamente satisfacer el deseo. Estos cuatro centros los pueden encontrar en la misma baraja española o inglesa, en las cartas inglesas los diamantes corresponden a los oros, los tréboles a los bastos, las picas a las espadas y los corazones a las copas.
Les propongo un juego, lo pueden hacer si tienen un tarot a la mano o no, pues pueden usar cartas inglesas, españolas o un tarot.
El juego consiste en identificar a través de estas cuatro energías cual está funcionando como motor de una acción, con el fin de reflexionar y ordenarnos internamente, para esto:
♦️Tomen los 4 ases que representan estas cuatro energías disponibles.
♠️ Piensen en una situación o acción que tengan o quieran realizar prontamente.
♥️ Mezclen las cartas y conecten con ellas pensando en la situación o acción que vayan a realizar. Pueden desplegarlas boca abajo.
♣️ Eligen una carta y según el elemento que salga les propongo conectarse con aquello que van a realizar y repensarlo en relación con ese motor o esa forma de abordar la actividad.
Hay cosas que hacemos desde el amor, otras desde la convicción, otras desde el deseo y otras por necesidad. Si les sirve pueden llevar la carta como amuleto con ustedes cuando vayan a realizar lo que preguntaron. A veces también este juego nos hace repensar el por qué y el desde donde hacemos lo que hacemos.
Espero que les sirva y comiencen a divertirse dialogando con ustedes mismos y el juego de las cartas.
Les mando el mejor de los deseos,
Víctor.