Colaboración por Nicolás Alfsen
Antes de revisar las posibles formas de auto-control hacia la ansiedad por el alimento, entendida como principal antagonista de una transición alimenticia, es importante que la persona esclarezca las razones que le motivan generar cambios de hábitos; dentro de las cuales se debe tener claro que un cambio hacia la alimentación saludable no se debe considerar sólo cuando ya se padece una patología, sino como preventivo a estas; e incluso más: como iniciativa promotora de un óptimo bienestar potenciando una vida saludable.
Si bien la voluntad y ganas de hacer un cambio generalmente están presentes en las personas interesadas en cambiar su alimentación, no siempre logra ser exitosa en esto. La principal causa es que las ansias y deseos por ciertos alimentos tienden a ser más fuertes, abandonando el proceso.
Métodos para sobrellevar estas situaciones existen y son fundamentales a la hora de pasar los umbrales de la ansiedad por ingerir los alimentos que incitan a corromper el modo de alimentarse. Los alimentos que generan ansiedad por su consumo tienden a ser los que se consideran dañinos para el organismo, como: gaseosas, golosinas, lácteos, alimentos de harina refinada (pan, pastas, galletas, pasteles, tortas, etc.), aderezos artificiales, frituras, embutidos, grasas, exceso de productos animales, postres, alimentos ricos en azúcar refinada o sal, entre otros.
Algunos de los métodos sugeridos son:
- Reflexionar sobre el origen mismo de las distintas ansiedades que se manifiesten, indagar sus causas y cuestionar las posibles circunstancias que incidan en su aparición. Para esto es capital realizar un profundo autoanálisis respecto a la voluntad y perseverancia en la toma de decisiones. Preguntarse cuán necesario es consumir ese alimento que rompería el hábito que se ha optado por seguir y que afectaría al proceso que uno está experimentando. Se sitúa así en la balanza personal el hecho de decidir: si rendirse al impulso rebelde de comer dicho alimento o a la decisión consciente de dejarlo de lado. Este debate llevaría a los cimientos psicológicos y conductuales de la personalidad y el lograr respetar la decisión consciente de abstenerse de dicho alimento. Este examen no sólo significaría un avance a nivel de hábitos alimenticios, sino un verdadero basamento mental a la hora de decidir.
- Saciar la ansiedad con alimentos que estén incluidos en una alimentación saludable naturista. Dicho de otro modo seria engañando al impulso a través del consumo de otro alimento que logre la saciedad. Generalmente los alimentos que ayudan a esto son:
- Berries como las frutillas, frambuesas, moras, arándanos o cranberries. Su alto contenido en ácido ascórbico generan gran salivación produciendo una sensación de placer y satisfacción. Cabe destacar además lo positivo de su consumo por sus altos niveles de antioxidantes y principios activos terapéuticos. Son aconsejables no sólo para saciar la ansiedad por alimento, sino además la ansiedad por el cigarrillo. Cada vez que se produzca la ansiedad de fumar se debería beber un vaso de zumo de berries frescos o bien comerlos hasta calmar dicha ansiedad.
- Frutas deshidratadas como los higos, pasas de uvas, ciruelas o dátiles. Su alto contenido en carbohidratos produce saciedad y calman los estados ansiosos siendo además un alimento altamente nutritivo y energético.
- Frutas como las cerezas, uvas, chirimoyas, mangos, plátanos, entre otras. Por sus altos niveles en azúcares el comer una gran cantidad de estos alimentos genera una saciedad necesaria para calmar un impulso ansioso por algún alimento que está fuera de dieta diaria.
- Los zumos de frutas o verduras son una gran alternativa a la hora de calmar la ansiedad por algún alimento fuera de la dieta. Dada su alta concentración de azúcares y nutrientes genera una saciedad placentera y exitosa a la hora de calmar el impulso no deseado.
- Encontrar los sustitutos, dentro de los ingredientes sugeridos en una alimentación naturista, que a cada uno le generen placer; entendiendo que el gusto es algo subjetivo pudiendo encontrar una persona la saciedad de su ansiedad comiendo tomates con cilantro u otra en el consumo de palta con champiñones. Lo importante es que cada uno encuentre cuales son aquellos alimentos saludables que le faciliten el control de la ansiedad.
- Excluir alimentos excitantes del sistema nervioso, pues son contraproducentes a la hora de querer calmar la mente y sistema nervioso. Los alimentos excitantes que se deben excluir son los que contienen cafeína como café, té, mate y guaraná. Como remplazantes a bebidas calientes se consumen infusiones de hierbas que, además, generen el efecto contrario, ayudando a calmarlo y equilibrarlo, como podría ser la manzanilla, melisa, menta, poleo, hierba buena, boldo, entre otras. El excluir dichos excitantes no quiere decir que éstos sean nocivos, pero en una primera etapa donde es necesario tener control de la ansiedad.
- Realizar ejercicios de respiración constantemente durante el día con el propósito de regular el sistema nervioso. Un ejercicio de respiración básico y que favorece en el control de la ansiedad es el inhalar de manera profundad por la nariz dirigiendo el aire respirado hacia la zona abdominal, oxigenando de esta manera la totalidad de los pulmones, para luego espirar también por la nariz de manera calmada y controlada, repitiendo esta secuencia siete veces. Este ejercicio puede beneficiar aún más si se realiza estando quieto y con los ojos cerrados. Hay que tener en cuenta que al respirar no incorporamos sólo aire a nuestro organismo sino además Energía vital conocido en diferentes filosofías como Chi, Prana, Qi o Mana; los beneficios de esta Energía vital incorporada al organismo en un ejercicio de respiración son: apaciguar los pensamientos, regular el sistema nervioso y aumentar nuestra vitalidad. Lo fundamental en los ejercicios respiratorios es practicarlo diariamente para lograr los beneficios ya mencionados.
- Practicar constantemente ejercicio físico ya que además de generar un beneficio efecto a nuestro cuerpo material, genera una regulación del sistema nervioso y nuestra emocionalidad. Ha sido demostrado que practicar ejercicio de manera recurrente regula los niveles de serotonina, mejorando el estado anímico.
Es importante destacar que excluir alimentos de la dieta es de suma dificultad y que ésta abstinencia puede despertar una amplia gama de impulsos ansiosos, los cuales se lograran sobrellevar con el autocontrol y la práctica de una alimentación saludable de manera constante. Una vez que se pasa dicho proceso se logra una conciencia alimenticia donde esas ansiedades simplemente no se manifiestan. He ahí cuando el practicar la ND en el diario vivir se hace un mero hábito del día a día y no promueve complicación alguna.