Una de las razones que nos permite entender la perduración del tarot a lo largo del tiempo, es por su capacidad de adaptación y evolución. El tarot trabaja con los arquetipos que todos tenemos integrados y permite que nos reflejemos en él. A lo largo del tiempo el tarot ha sido una herramienta de predicción, pero hoy en día el tarot es también una herramienta de crecimiento personal, existe un tarot Junguiano, un tarot terapéutico, el tarot y las flores de Bach o la homeopatía, el tarot psicológico, etc… Es por todo esto y mucho más que el tarot es un gran compañero de viaje.
A lo largo de los siguientes párrafos explicaremos cómo el tarot nos puede ayudar en los procesos de cualquier cambio. Desde aquellos cambios de hábitos más usuales cómo el dejar de fumar, adelgazar, aprender idiomas, hasta los cambios más profundos e internos. El camino a lo largo de los 22 arcanos mayores del tarot nos servirán de guía para avanzar hacia un camino claro y seguro, nos advertirá de las facilidades, nos avisará de las dificultades y nos ayudará a consolidar nuestros propósitos.
El Loco: es el primer paso, es cuando nosotros debemos lanzarnos y empezar. Es el momento en que decidimos hacer un cambio, es cuando decimos YA!! Tengo claro que quiero cambiar, siento una necesidad que me lleva a ponerme en movimiento. Pero como todos sabemos, las cosas no las debemos hacer a lo Loco, debemos pensarlas y planificarlas. Vamos a por ello.
Imaginémonos que queremos dejar de fumar o mejorar la relación de pareja, ir al gimnasio, estudiar inglés etc… Una vez que hemos sido conscientes y después de dar muchas vueltas con el Loco y ya nos decidimos, el primer paso es:
El Mago: que nos dice que debemos mirar si este cambio es posible y se puede poner en práctica. El Mago con su inteligencia nos ayudará a valorar si es posible o no. Una vez decidido esto, el Mago nos ayudará a ver con qué recursos contamos. Es bueno tener un papel y un bolígrafo e ir apuntando los recursos con los que contamos (chicles de nicotina, caramelos, disponibilidad de tiempo, un vale para cenar). Pero el Mago también nos ayudará a ver qué habilidades tenemos para poder hacer el cambio (voluntad, paciencia…). Podemos hacernos la siguiente pregunta ¿Qué es lo que me mueve realmente a hacer este cambio? Y aquí tendremos que responder con los 4 elementos del mago: Emocionalmente, racionalmente, ganas, trabajo.
Sacerdotisa: Ahora nos toca mirar nuestro interior. ¿Realmente quiero cambiar? Si es así, ahora nos toca interiorizar todo lo que hemos trabajado con el Mago y realmente creérmelo, sentirlo.
Emperatriz: Una vez interiorizado nos toca exteriorizar el tema y quien mejor que la Emperatriz. Aquí lo que nos toca es sociabilizarnos y sociabilizar nuestro cambio. Comentarlo a nuestro entorno de amigos, familia etc.. Y buscar qué facilidades y complicidades puedo encontrar en mi entorno. Qué me regalaré cuando lo consiga. Qué guapa que estaré cuando deje de fumar, toseré menos, mi cutis estará más limpio, etc…
Emperador: Pero hay una cosa muy clara: Nos hará falta fuerza, voluntad y coraje, y el mejor en esto es el Emperador. Es organizado, ambicioso, no se rinde ante nada para conseguir sus objetivos, lucha, es valiente, se siente capaz y se organiza para conseguir sus objetivos.
Sumo Sacerdote: Es bueno que busquemos alguna persona que nos sirva de ejemplo, de modelo a seguir. Que sea un referente. Este puede ser un personaje vivo o muerto, que con su ejemplo nos sirve de guía. Pero también puede ser un profesional psicólogo, mediador, coaching, dietista, terapeuta etc…
Enamorados: Veremos las distintas opciones que tenemos para seguir. Una nos gustará por unas cosas, otra por otra, pero deberemos buscar y decidirnos por aquella que nos sintamos más implicados.
Carro: Una vez decidida la opción, deberemos ponernos en marcha. Ahora es el momento de arrancar, pero no como antes con el loco. Ahora arrancamos con una base, hemos pensado, valorado, lo hemos compartido, nos hemos implicado y al final, ahora es el momento de arrancar para avanzar y conseguir el éxito.
Justicia: Hemos arrancado y lo hemos hecho con un compromiso firme. Cuando ya llevamos un tiempo, deberemos analizar pros y contras de nuestro camino. Y deberemos buscar el equilibrio personal y estar dispuestos a llevar nuestro compromiso adelante.
Ermitaño: Nos tomaremos las cosas con calma y paciencia, como lo haría el ermitaño. El nos enseñará a perseverar y a trabajar con constancia para conseguir el propósito que nos hemos marcado. Somos conscientes que nos va a costar pero el ermitaño nos recuerda que tenemos tiempo. Y que debemos hacer las cosas de manera gradual, poquito a poquito y consolidando los avances. Lo que mejoramos, lo mantenemos.
Rueda: Y sin que nos demos cuenta, veremos lo que ya hemos avanzado. Ahora es el momento de hacer un avance, más rápido y mejor. Podemos dar un giro al asunto. Y ahora es el momento. Nuestro interior nos pide mejorar.
Fuerza: La carta de la fuerza nos muestra cómo podemos controlar este avance realizado. Cómo nos damos cuenta de la fuerza interior y la voluntad que tenemos. No debemos confiar demasiado, la Rueda es muy optimista y debemos controlar nuestros ánimos y esfuerzos. Somos conscientes que somos fuertes y tenemos la capacidad de controlar nuestras debilidades y miedos.
Colgado: Pero ya llevamos un poco de tiempo y nos damos cuenta que estamos ya cansados. Que las cosas ya no avanzan tan rápidamente como creemos. Estamos estancados. Nos sentimos sacrificados y pringados. Las fuerzas van de baja. Este momento es crucial y necesario, no hay cambio si no se pasa por este momento de sacrificio y esfuerzo. Debemos aprender a ver las cosas desde otro punto de vista.
Muerte: Es el momento de hacer un cambio radical que nos aporte oxígeno, que nos ayude a ver las cosas de otra manera. Recordemos que con la carta de los Enamorados hemos visto que tenemos más de una opción, quizás es el momento de probar algo un poco diferente.
Templanza: Y estos cambios que hemos hecho, nos van a volver a hacer fluir. Somos conscientes que tenemos que adaptarnos a los cambios y amoldarnos a las nuevas circunstancias. Llegado este momento, también es bueno hablar con los demás e intercambiar ideas, esto siempre nos ayuda para poder seguir avanzando.
Diablo: Esta carta nos habla de la tentación. Debemos ser conscientes que en todo proceso llega un momento en el que la tentación (este es el segundo momento crítico) nos dice: ¿estás seguro? ¿No sería mejor dejarlo…? ¿Te estás complicando la vida?. El Diablo y la Templanza son el ángel y el demonio que todos tenemos y que luchan para ver quién gana.
Torre: Tenemos la tentación (Diablo) de mandarlo todo a freír espárragos, de dejar correr nuestro objetivo, de liberarnos de nuestros propósitos. La primera crisis la encontramos con el Colgado, y la segunda es con la Muerte y la Torre. Esta última es la más importante, ¡si conseguimos vencerla, ya somos casi unos ganadores!
Estrella: Nos dice que en estos momentos duros debemos recordar el proyecto, el por qué nos hacía ilusión. Podemos recuperar las ganas y la ilusión, solo debemos fijarnos en las señales, que es todo lo que hemos conseguido hasta ahora, que es mucho.
Sol: Y es aquí donde nos damos cuenta que lo hemos conseguido, nos sentimos enérgicos, optimistas y brillantes. Tenemos la seguridad y la confianza. Pero esto puede ser solamente si ya ha pasado un año y con nuestro propósito, esto quiere decir que lo hemos integrado, que forma parte de nuestra vida y es ya un hecho cotidiano. ¡Ya podemos mostrar a todos nuestro éxito!
Juicio: Ahora ya podemos hacer un “inventario” y una valoración de lo conseguido. Haremos una reflexión de todo el proceso, reviviremos “los mejores” y “los peores momentos” y seremos conscientes que ¡lo hemos conseguido!. ¡Ahora ya podemos proclamar a los cuatro vientos nuestro éxito!.
Mundo: Nos sentimos pletóricos, exitosos y con esto cerramos un ciclo en el que sabemos que podemos conseguir muchas otras cosas. Y somos capaces de muchas más.
Loco: Ya podemos ir a por el siguiente reto…..
Los animo a que utilicen esta herramienta tan “mágica” y entrañable, para conseguir sus propósitos. ¡FELIZ CAMBIO!