Tenemos un concepto de la libertad el cual no es real ya que creemos que la libertad es algo por lo que hay que luchar, es algo que debe ser ganado, es algo que esta fuera de nosotros, cuando la realidad es que la libertad es algo intrínseco del ser humano, nosotros nacemos libres, nacemos con libre albedrío.
La ilusión esta en pensar que cuando ocurra algo allá afuera, finalmente seremos libres, cuando finalmente seamos independientes económicamente seremos libres, cuando vivamos en una isla paradisiaca, viajando, con el amor de nuestra vida, entonces seremos libres, esta es la ilusión.
Ya que si en un segundo todo eso se cumpliera, lo que ocurriría seria que probablemente seguiríamos sintiendo que aun no somos cien por ciento libres, seguiríamos con esa necesidad de que algo allá afuera nos entregará esa sensación que tanto anhelamos y esto ocurre porque, estamos percibiendo el mundo desde un lugar limitante, desde algún filtro que le pusimos a nuestra percepción de lo que significa la libertad. Estamos en una relación y queremos ser libres, somos libres y queremos estar en una relación y esto es por nuestro caos interior, por creer que algo nos falta.
Cuando la realidad es que nada de lo que ocurra allá afuera define si somos libres o no, lo único que define nuestra libertad somos nosotros, el que este en un trabajo que no me gusta y me haga sentir como esclava, no es el trabajo que define mi libertad, soy yo la que elijo como sentirme en ese trabajo, ya que el mundo lo percibimos de adentro hacia afuera y no al contrario, el que yo crea que no tener suficiente dinero me quita libertad, es una decisión interna mía, si otra persona viene y me agrede yo soy libre de actuar igual que esa persona y también soy libre de actuar como yo decida hacerlo.
Imagen vía @cosmiccollage
La libertad no esta en algo que ocurra o deje de ocurrir allá afuera, la libertad está en nuestra mente, la esclavitud también se encuentra ahí y es nuestra tarea ir limpiando estas creencia falsas de la libertad que nos dan la ilusión de que somos víctimas o esclavos de algo, es nuestra responsabilidad sanar nuestras heridas y escuchar nuestro dolor, para así limpiar las percepciones del mundo que no nos están ayudando a crecer y a ser plenos y así hacernos consientes y responsables de nuestra libertad y el poder que conlleva esto.
Es nuestra responsabilidad cuestionarnos los paradigmas que ya no calzan con nosotros y despertar de la ilusión.