“Cesa de definirte, concédete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario” Alejandro Jodorowsky
Mi nombre es Víctor Leni, me dedico a crear con el tarot puentes entre el mundo interno y nuestra capacidad de evolucionar en los ciclos de nuestra vida. Estaré compartiendo para ustedes aquí en Magick Spaces, saberes en relación al tarot y su uso creativo, para que podamos reflexionar y buscar herramientas que beneficien nuestra calidad de vida. Mi línea de trabajo deviene de mis estudios y seguimiento de Alejandro Jodorowsky; resoné hace más de una década con él pues también soy artista escénico. Me fascinó desde un comienzo la vía para llenar de magia nuestro cotidiano, desde actos simples al tiempo y profundos.
Hasta hace unos años, pensar en tarot era imaginar futurología. El antiguo paradigma proponía depositar en el destino el goce y la expectativa de la vida. Hoy no, pues el presente y sus posibilidades han llegado para devolvernos las herramientas que tal vez nos arrebataron los dogmas: la posibilidad de co-crear nuestra realidad, de ser protagonistas de nuestra vida hoy y por qué no también ser vehículos donde la evolución se manifieste a toda escala. Desde lo personal hacia lo colectivo. Tomar el tarot como una herramienta de autoconocimiento, nos da la posibilidad de espejar nuestros puntos ciegos, para ciertamente ampliar la conciencia y accionar con mayor, valga la redundancia, amplitud.
Ver, amar, vivir y crear sin afirmar que el destino está escrito, pues creer que nuestras acciones no tienen injerencia en el destino es directamente perder nuestro poder. Y ya no queremos ceder ni entregar más el poder personal a estructuras anacrónicas del vivir. Pues todos y todas somos artistas de nuestra propia vivencia, tenemos un poder, que ni más ni menos radica en aquella parte nuestra en donde la divinidad, o ser esencial habita. Nuestro espacio sagrado, que no tiene porque ser solemne como nos enseñaron, es nuestro oasis de consciencia. No existen fórmulas para construir ese espacio sagrado; todos podemos acceder a ese intersticio donde el tiempo no existe, como una fuente inagotable que nos devuelve la certidumbre de fluidez en el río de la vida.
La única certeza de la vida es que cambiamos y que definirnos es enjaular nuestras posibilidades, pues nada ni nadie debería definirnos. No somos, nos dice el tarot evolutivo, más bien estamos siendo. Y si al estar siendo aceptamos y vemos los patrones y las repeticiones inconscientes, esas lealtades a antiguas estructuras familiares, sociales y a los yos del pasado, esas identidades que nos obstaculizan el avance hacia nuestra realización, sencillamente porque ya no nos identifican.
No somos, estamos siendo. Y la clave del tarot es mostrarnos, espejarnos en lo que estamos presentes, ver a qué le damos energía, lo que muchas veces son anacrónicos sistemas de creencias donde no vemos las posibilidades de acción que tenemos siempre a la mano. Es por eso que el tarot primero que todo nos propone resonar y no imponer ninguna verdad, pues aunque existan las verdades siempre son transitorias y personales.
Todos podemos leer el tarot, todos podemos jugar con lo que no vemos en apariencia, todos tenemos un propósito y es hora de abrir la mirada para abrazarnos en red, en este tiempo nuevo que se abre donde el cambio de paradigma es el nuevo paradigma. Pronto vuelvo con propuestas para generar interacción, si resuenan pueden intentar conseguir un tarot de Marsella porque de seguro les propondré algunos juegos, les abrazo.